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domingo, 27 de noviembre de 2011

OCASO GRANADINO

Ocaso en Sierra Nevada (Granada)

OCASO GRANADINO

Más allá de este horizonte,
mas allá del mundo finito,
más allá del Universo infinito
se encuentra la soledad que llega del ocaso.

Soledad quebrantada por infortunios de la vida,
aliviada por brisas y aromas de azmicle,
sobrellevadas por sueños de imaginativas sonrisas,
amores que mueren bajo la luz del ocaso olvidado.

Esperanzador amanecer bajo el Lucero del Alba
que busca y encuentra la piel dorada por el sol inca,
como racimo de uvas sazonadas de dulces sonrisas.

Y llegarán nuevamente ocasos dibujados
por imaginativos arreboles,
semejando la vendimia
de unos cuerpos y de unas almas.
Rompiendo el silencio las miradas,
bajo el riel de luna creciente.

 Jose I Roca H
   ( D. Reservados)



sábado, 5 de noviembre de 2011

OLAS COMO RECUERDO


OLAS COMO RECUERDO

  Debo confesar
  que el mar no tiene montañas
  ni sombras.....
  que en el mar no existen lontananzas
  y muere allá en las rompientes.


  Olas hechas sombras de viejas palabras,
  que hay que esperar de forma inexorable,
  detras de la esperanza,
  después de la penúltima palabra,
  en el infinito de tu partida
  seguiré en el omega,
  lleno de ti y de tu silencio.


  Inmensamente solo,
  eternamente mudo de ti
  de tu voz y de tu verbo.
  Solo, en el borde de mi abismo.

  ¡Ay, luciérnaga que perduras
  aún en mi otoño !
   Fué tan inteso  tu resplandor,
  luciérnaga de mi alma,
  que aun en la inmensa distancia
  quedaran destellos para alumbrar
  mi dolido corazón.


  Mi frágil embarcación
  navegará a la deriva 
  porque será tan lejana su luz
  que irá perdiendo su rumbo.
  Solo el testigo
  de unas olas como recuerdo.


  Tengo que decirte
  que aun recuerdo el eco
  de tu palabra y alegre cantar,
  busco el reflejo de tu mirada. 
¡ Cómo lo voy a olvidar !

  Como tampoco olvidaré aquellos duraznos,
  con su imaginario aroma y sabor
  fruta  tan apetecida
  recién iniciada la mañana


  Tengo que decirte
  que busco el reflejo de tu mirada
  que sella nuestra amistad sincera.
  Que siento el tacto de tus dedos
  hechos porcelana,  acariciar mi alma
  y a la vez angustia infinita,
  como nudo que estrangula mi garganta
  que se transforma en torrente furioso
  de deseos apasionados.


  Y solo, calladamente, iré percibiendo mi vida
  en ese largo caminar hacia la eternidad,
  sin odio ni rencores
¡ Sediento de tu amor hecho amistad !
  Acordandome de tu dulzura, ya irreversible
  por el curtir de los años.


  Al fin, he de decirte que el destino hizo cruzar
  con la mas linda de todas las estrellas fugaces,
  mas hoy de repente me encontré
  perdido  en el recuerdo,
  perdido en el tiempo,
  perdido en la distancia
  ........  para siempre.

  Jose I. Roca H.